jueves, 16 de agosto de 2007

Relación Profesor - Alumno desde la Perspectiva Constructivista

Es importante considerar que para el niño es conveniente, que cada docente reflexione una vez más ¿qué es la comunicación? (Edmund, Marc y Dminique, Picard: 1992) para así tener una definición próxima a su interés: la función comunicativa de los docentes en todo proceso de evaluación da la actividad educativa. De ese modo, también se deriva en una definición genérica, pero necesaria, de la comunicación educativa (Sarramona,J:1988.1986 puesto que el docente en su acción comunicativa ordinaria recurre al lenguaje como herramienta básico de la comunicación y a otros recursos didácticos. De ahí que se afirme que el acto de comunicación es resultante equivalente a transmitir y como toda actividad de transmisión, se da un contenido (mensaje) y una intención. Por lo que se infiere que la comunicación educativa es un tipo de comunicación humana que persigue logros educativos.

Según la perspectiva constructivista, la comunicación educativa constituye el proceso mediante el cual se estructura la personalidad del educando; lográndose a través de las informaciones que ésta recibe y reelaborándolas en interacción con el medio ambiente y con los propios conceptos construidos. Dicho esto, se tiene que el proceso de aprendizaje no es reducible a un esquema mecánico de comunicación, por cuanto el educando como receptor no es un ente pasivo, sino que es un ser que reelabora los mensajes según sus propios esquemas cognitivos.





Relación Profesor - Alumno desde la Perspectiva de Jerome Brunner y Abraham Maslow

El profesor es un modelo significativo para el alumno, lo que el docente haya o diga será quien ejerza una posición “dominante” en las relaciones. Con las anteriores descripciones de los diferentes docentes en el aula, podemos decir que los alumnos se identificaran con aquel docente que satisfaga sus necesidades como bien señala Maslow “Las necesidades de estima, una baja y otra alta. La baja es la del respeto de los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputación, apreciación, dignidad e incluso dominio. El alta comprende las necesidades de respeto por uno mismo, incluyendo sentimientos tales como confianza, competencia, logros, maestría, independencia y libertad”. La versión negativa de estas necesidades es una baja autoestima y complejos de inferioridad. Maslow considera a todas estas necesidades como esencialmente vitales, incluso el amor y la estima son necesarios para el mantenimiento de la salud.

Por lo que las necesidades de los alumnos en la sala de clases se satisfacen de acuerdo a la relación que se produce con su profesor, especialmente las afectivas de protección, participación y de aprendizaje.

Para Bruner, el aprendizaje es un proceso activo en el que los educadores construyen nuevas ideas o conceptos basados en el conocimiento pasado y presente, por la selección y transformación de información, construcción de hipótesis y la toma de decisiones, basándose en una estructura cognoscitiva, esquemas, modelos mentales etc. Para ello que los lleva a ir más allá de la información disponible. Como la experiencia de Bruner es sobre la instrucción en clase, el instructor debería tratar y entusiasmar a los estudiantes en descubrir principios por sí mismos. El instructor y los educando deben “comprometerse” en un diálogo activo, como la enseñanza socrática, y la tarea del instructor es “traducir” la información para que sea aprendida en un formato apropiado del estado de entendimiento del educando.

Relación Profesor - Alumno y Estilos de Enseñanza

En la actualidad se insiste en un nuevo rol del docente (Carison, J y Thorpe, C: 1990: Mager, Robert F: 1988) sugiriéndose, en ese sentido, la responsabilidad de actuar como mediador entre el educando y la compleja red informativa que sobre él confluye: tales sugerencias en realidad se apoyan en la teoría de la comunicación, que junto con la Teoría de Sistemas y las Teorías Cognoscitivitas del Aprendizaje, constituye uno de los pilares fundamentales de la nueva concepción de la tecnología educativa (Castillejo, J 1986).

Desde la perspectiva humanista, el docente debe considerar que la comunicación en el aula debe tener carácter clínico o didáctico en el sentido de que el docente tiene que reconocer que su misión es la de optimizar el desarrollo de los aprendizajes, aplicando estrategias y métodos de rigurosidad científica y actuando de una manera profundamente objetiva. Este reconocimiento elimina los convencionalismos de docentes prepotentes y agresivos que generan stress en los estudiantes y promueve la conscientización de que la comunicación es un acto en el cual tanto el docente como el estudiante se encuentran entre sí como lo que son, seres humanos en un proceso de aprendizaje.

Dentro del perfil y desempeño docente en la sala de clases encontramos variados tipos de educación “Weber”:

El docente autoritario, quien se caracteriza por ser un guardián celoso de la autoridad y la disciplina, aplica reglamentos y castiga sin dar lugar a explicaciones. Es especialista en dar recetas, indica conductas, señala lo que es y lo que debe ser, tiende a desconfiar de las capacidades de sus alumnos(as) por lo que impide su participación, considera sus propias necesidades, ideas y valores antes de que las de sus alumnos(as); además ejerce control mediante la ironía, la humillación o ridiculizando frente al grupo curso, actúa como jefe(a) distribuyendo trabajo y exigiendo obediencia.

Una descripción lapidaria tal vez, pero aun perdura en las aulas chilenas y que se contrapone a cualquier propuesta o estudio acerca del aprendizaje con afecto. Un docente autoritario promueve en los niños la violencia, el rencor, baja autoestima y autovaloración; el desarrollo de este niño(a) será difícil ya que la huella quedará marcada para siempre, considerando que el niño tomará este modelo como una forma natural de profesor a adulto, la personalidad del
1.Weber, E: Estilos de Educación, Herdes, Barcelona 1976 pag.2

Docente, en niños pequeños afecta positiva o negativamente su desarrollo personal, y que a través del tiempo se va reflejando en la conducta diaria, tanto en la escuela, como fuera de ella.

Un docente democrático por ejemplo permite y estimula la participación de sus alumnos(as) para analizar y buscar solución a los problemas, crea un clima de confianza para que las opiniones de todos(as) sean valoradas en su justa medida, aclara los malos entendidos, suprime los obstáculos y contribuye al desarrollo de la discusión proponiendo problemas para discutir en lugar de solucionar.

Además le preocupa que sus alumnos(as) se acepten y respeten mutuamente. Actúa como facilitador (a) permitiendo el desarrollo de las características individuales de cada uno(a) de sus alumnos.

Por otro lado, también existe el docente sobreprotector, aquel que apela a argumentos de tipo sentimental para garantizar la adhesión de sus alumnos(as). Es amable y entretenido(a), promueve el dialogo y la discusión, pero él decide cuáles son las respuestas correctas; a menudo evita discordias, se reciente si sus alumnos(as) como seres inmaduros y faltos de recursos. Los mantiene en estado de hibernación, no les da oportunidad de decidir, de arriesgarse, de ser ellos(as) mismos(as), actúa como protector(a) a la vez que hace valer su condición de experto(a).

También existe un docente inconsistente; en ocasiones es rechazador(a), otras hipercrítico y en otras demasiado cariñoso(a). No maneja una pauta de conducta que regula la totalidad de sus actos. Sus reacciones se basan más en sentimientos personales que en la realidad de los hechos, su estado de ánimo prima sobre la actitud reflexiva acerca de lo que sus alumnos(as) necesitan. Es poco constante en los hechos, no siempre cumple sus compromisos, actúa como “improvisador, reacciona siempre en forma impulsiva.

Docentes autosuficientes, se relacionan con sus alumnos(as) desde un pedestal donde está, porque considera que lo sabe todo, demuestra escaso interés por las ideas, inquietudes y preocupaciones de sus alumnos(as). Se siente dueño de la verdad, admite que sus alumnos puedan reclamar o pedir explicaciones, es incapaz de reconocer sus errores o equivocaciones delante de lo alumnos(as), hace notar su experiencia y conocimientos, trata a los demás en forma despectiva. Actúa como experto(a), no acepta consejos ni sugerencias de nadie.

Y por último existe el docente permisivo; procura intervenir lo menos posible, deja hacer a sus alumnos, no toma decisiones ni orienta, con el pretexto de lograr algo bueno en ellos, en ocasiones opina que la mejor manera de conducir a los alumnos(as) es no controlarlos en absoluto; actúa como “bueno”, pretendiendo complacer y dar la razón a todos sin desgastarse con nadie.


Relación Profesor - Alumno en Chile

En Chile se está abriendo, en los últimos años, un fuerte debate en educación, frente a una amplia variedad de situaciones, cosas y problemas. Hay un debate entre posiciones de los docentes de los alumnos(as) y el Ministerio de Educación. Algunos de temas específicos son, la Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza “LOCE” y la derogación, que ya está en el senado con una propuesta “Ley General de Educación” (LGE), la que ha provocado revuelo en el sistema educacional chileno, especialmente en docentes y estudiantes de Enseñanza media, los que han dado el nombre a esta ley: “Pingüino” ya que ha nacido a raíz de la petición profesor alumno, y la seguridad que permiten las escuelas adquirir una educación de calidad.
Uno de los aspectos que se debe destacar es que actualmente en Chile existen 120.000 salas de clases con 3.600.000 estudiantes, los que provienen de familias de diferentes niveles socioculturales, los que según esto, pueden optar a colegios y escuelas de modalidades particulares o municipalizadas; con subvención del Estado, o sin ella. La mayoría de las escuelas municipalizadas; abren sus aulas a niños(as) de niveles socioeconómicos y culturales bajos; en donde cada día los docentes deben realizar sus prácticas pedagógicas, con numerosos cursos en los que permanecen hasta 8 horas diarias en la escuela, a través de la jornada completa (J.E.C.), la que incluye, horas de alimentación y talleres de complementación a la malla curricular. Esta carga horaria ha llevado a muchos docentes a un stress y fatiga laboral que ha ido en desmedro de una relación positiva con sus alumnos(as). Los que a su vez, en la gran mayoría, presentan un cansancio, aburrimiento y desmotivación, lo que ha producido una deserción escolar importante estos últimos tiempos.
Las interrelaciones e interacciones sociales producen situaciones en que los intereses de unos y otros se enfrentan. En general, esas situaciones generan conflictos. A los conflictos no hay que temerles. Son situaciones normales y saludables. Con la ayuda del intercambio de experiencias, de opiniones y de informaciones, las personas se van educando, transformándose y creciendo.
Los derechos humanos nos plantean la orientación de que todos los conflictos sociales se pueden resolver pacíficamente.
He aquí en donde el docente debe manejar la capacidad de resolver problemas en forma pacifica, es como un requisito fundamental. Cada día los estudiantes y profesores se encuentran frente a diversos tipos de conflictos, conflictos que generalmente son originados por injusticias o abusos, por una de las partes; también se presentan conflictos por situaciones emergentes y desconocidas.
La manera en que los adultos se relacionan con los niños y niñas incide de forma directa en su desarrollo, en su formación, en su forma de ser los jóvenes y de futuros adultos.
Frente a estos preocupantes hechos, ha nacido la inquietud de abordar el tema la relación entre docente–estudiante y la influencia que tiene cada tipo en el desarrollo del niño.

Bandura y la Relacion Profesor Alumno

Es importante considerar que para el niño o niña es conveniente que cada docente reflexione una vez más a cerca de ¿Qué es la comunicación?, para así tener una definición próxima a sus intereses: la función comunicativa de los docentes es todo proceso de evaluación de la actividad educativa, puesto que el docente en su acción comunicativa ordinaria recurre al lenguaje como herramienta básica de la comunicación y a otros recursos didácticos. De ahí que se afirme que el acto de comunicación es resultante, equivalentemente a transmitir y como toda actividad de transmisión se da un contenido (mensaje) y una intención, por lo que se entiende que la comunicación educativa es un tipo de comunicación humana, que persigue logros educativos y formadores de personas, lo que lleva a pensar que desde la perspectiva constructivista, la comunicación educativa constituye el proceso mediante el cual se estructura la personalidad del estudiante; logrando a través de las informaciones que este recibe y reelaborándolas en interacción con el medio ambiente y con los propios conceptos construidos.

Dicho esto, se entiende que el proceso de aprendizaje no es reducible a un esquema mecánico de comunicación, por cuanto el educando como receptor ni es un ente pasivo, sino que es un ser que reelabora los mensajes según sus propios esquemas cognitivos.

La teoría cognoscitiva social, el aprendizaje es, como mucho, una actividad de procesamiento de la información en la que los datos acerca de la estructura de la conducta y de los acontecimientos del entorno se transforman en representaciones simbólicas que sirven como lineamientos para la acción (Bandura, 1986). El aprendizaje ocurre en el acto, consiste en aprender de las consecuencias de las propias acciones, o en modo vicario, por las observaciones del desempeño de los modelos.

Sin embargo toda conducta humana no se da en el vacío, al contrario, ocurría en e medio. Bandura analiza la conducta dentro del marco teórico de la reciprocidad triádica: interacciones reciprocas de conductas, variables ambientales y factores personales, como las cognoscitivas. Según la postura cognoscitiva social, la gente no se impulsa por fuerzas internas, ni es controlada y moldeada automáticamente por estímulos externos.

A partir de la propuesta de Albet Bandura el objetivo del educador, será crear o modificar las estructuras mentales de los alumnos y alumnas para introducir en ellas el conocimiento y proporcionar una serie de procesos que le permitan adquirir este conocimiento.
Es importante considerar que para el niño o niña es conveniente que cada docente reflexione una vez más a cerca de ¿Qué es la comunicación?, para así tener una definición próxima a sus intereses: la función comunicativa de los docentes es todo proceso de evaluación de la actividad educativa, puesto que el docente en su acción comunicativa ordinaria recurre al lenguaje como herramienta básica de la comunicación y a otros recursos didácticos. De ahí que se afirme que el acto de comunicación es resultante, equivalentemente a transmitir y como toda actividad de transmisión se da un contenido (mensaje) y una intención, por lo que se entiende que la comunicación educativa es un tipo de comunicación humana, que persigue logros educativos y formadores de personas, lo que lleva a pensar que desde la perspectiva constructivista, la comunicación educativa constituye el proceso mediante el cual se estructura la personalidad del estudiante; logrando a través de las informaciones que este recibe y reelaborándolas en interacción con el medio ambiente y con los propios conceptos construidos.

Dicho esto, se entiende que el proceso de aprendizaje no es reducible a un esquema mecánico de comunicación, por cuanto el educando como receptor ni es un ente pasivo, sino que es un ser que reelabora los mensajes según sus propios esquemas cognitivos.

La teoría cognoscitiva social, el aprendizaje es, como mucho, una actividad de procesamiento de la información en la que los datos acerca de la estructura de la conducta y de los acontecimientos del entorno se transforman en representaciones simbólicas que sirven como lineamientos para la acción (Bandura, 1986). El aprendizaje ocurre en el acto, consiste en aprender de las consecuencias de las propias acciones, o en modo vicario, por las observaciones del desempeño de los modelos.

Sin embargo toda conducta humana no se da en el vacío, al contrario, ocurría en e medio. Bandura analiza la conducta dentro del marco teórico de la reciprocidad triádica: interacciones reciprocas de conductas, variables ambientales y factores personales, como las cognoscitivas. Según la postura cognoscitiva social, la gente no se impulsa por fuerzas internas, ni es controlada y moldeada automáticamente por estímulos externos.

A partir de la propuesta de Albet Bandura el objetivo del educador, será crear o modificar las estructuras mentales de los alumnos y alumnas para introducir en ellas el conocimiento y proporcionar una serie de procesos que le permitan adquirir este conocimiento.

Interacción Profesor Alumno

Desde que el niño inicia el proceso de enseñanza – aprendizaje en la etapa preescolar, inicia el contacto con el mundo social externo a la familias, las educadoras de párvulos son las primeras encargadas de entregar al niño o niña todas las formas de comunicación y expresión que se va transformando y adaptando a los diversos escenarios, según las etapas de desarrollo y el curso o nivel que va alcanzando.

A partir de estos conceptos podemos comprender lo importante que es la relación entre el estudiante y el profesor, ya que depende de cómo se comuniquen, es como se lograr el aprendizaje significativo y de calidad.

La comunicación verbal consiste en el uso del lenguaje o de símbolos verbales, los cuales son formulados en forma oral con el objetivo de transmitir una determinada información. Existen dos modalidades de comunicación, en el aprendizaje por descubrimiento, en que la relación profesor – alumno cobra una real importancia, entre las que se pueden mencionar:

El monólogo: consiste en explicaciones o descripciones realizadas por el profesor, las cuales no requieren de una respuesta de parte del alumno, es una modalidad que puede utilizarse con éxito en algunos momentos de la clase, porque su uso excesivo produce aburrimiento y un aprendizaje de baja calidad.

Esta técnica se utiliza como propósito para resumir o repasar, presentar nuevos conocimientos y dar indicaciones teniendo presente que serán de corta duración.

La Discusión Socializada o Dialogo: es un procedimiento a través del cual el profesor y el alumno intercambian información u opiniones respecto a un determinado tema. Esta modalidad logra mejor aprendizaje, ya que el estudiante se mantiene mentalmente activo durante toda la clase y permite el análisis e interpretación de la información recogida y la obtención de conclusiones.

A partir de lo anteriormente expuesto, según Lev Vigotsky, en la teoría del constructivismo social, enfatiza la influencia de los contextos sociales y culturales en el conocimiento y apoya un modelo de descubrimiento del aprendizaje. Este tipo de enseñanza pone un gran énfasis en el rol activo del docente, mientras que las habilidades mentales de los estudiantes se desarrollan naturalmente a través de varias rutas del descubrimiento.

Los tres principales supuestos de Vigotsky son: construyendo significativos, instrumentos para el desarrollo cognoscitivo y las zona del desarrollo próximo.

La relación entre alumno y profesor es considerada por Lev Vigotsky en sus tres principios: primero el aprendizaje y el desarrollo es una actividad social colaborativa que no puede ser enseñada a nadie, depende del estudiante construir su comprensión en su propia mente. Desde esta perspectiva se hace relevante la motivación y el estímulo permanente del docente hacia el alumno; y en segundo lugar La zona del desarrollo próximo, puede ser usada para diseñar situaciones apropiadas durante las cuales el estudiante podrá ser provisto del apoyo apropiado para el aprendizaje óptimo.

Relacion Profesor - Alumno

El docente prepara sus clases centradas en el aprendizaje del niño o niña, la mayoría de ellas buscan alcanzar objetivos cognitivos que a través de una serie de actividades organizadas en forma secuencial, desde lo más simple a lo más complejo y desde el pensamiento de concreto al pensamiento abstracto, con material didáctico apropiado para cada subsector y contenido a tratar. Un trabajo profesional que sin lugar a duda producirá algún afecto en la formación de cada alumno y alumna de nuestras aulas.

Pero el docente debe hacer un doble esfuerzo para incentivar y motivar a sus alumnas y alumnas al aprendizaje, para esto debe recurrir a un serie de estrategias que le permitan lograr una relación con cada integrante del grupo curso, lo que implica un trabajo serio, especialmente en lo que se dice al estilo de enseñanza que maneja el docente el aula.

Todo los estilos de enseñanza tienen un aspecto negativo y positivo desde el enfoque contructivista, en que se espera que el estudiante construya su propio aprendizaje, con un docente que maneje un estilo de enseñanza adecuado en que se trabaje el aprendizaje con afecto y la transversalidad se operacionalize a través de todo el proceso de enseñanza aprendizaje .